El saliente ministro de Economía, Sergio Massa, publicó el último informe de gestión de la cartera que encabeza en el que intenta contradecir la idea de “caja vacía”, que se instala con fuerza en el próximo gobierno, y asegura que hay fondos para sueldos, aguinaldos, jubilaciones y deuda.
El documento detalló que “es menester mencionar por parte de las autoridades de este Ministerio que, bajo el supuesto de roll-over de los vencimientos en pesos programados para el mes de diciembre, el Tesoro Nacional cuenta con los fondos necesarios para financiar el programa de pagos de dicho mes, teniendo en consideración que el 80% del gasto total está representado por gastos prioritarios, tales como sueldos y salarios, pasividades, programas sociales y subsidios económicos”.
Además, el documento, que firman el secretario de Hacienda, Raúl Rigo y el propio Massa, se destaca que la tesorería cuenta con los fondos suficientes para encarar la compra de divisas y atender las obligaciones por vencimientos del Estado argentino.
“Asimismo, la deuda flotante como porcentaje del PBI cumple con el monto establecido en el programa con el FMI, estando en línea con el promedio histórico. Finalmente, y siguiendo los principios de eficiencia, prudencia y programación presupuestarios que nos han regido a lo largo de la gestión; se ha constituido una reserva para financiar los gastos de los primeros días del año 2024, de manera tal de garantizar el normal funcionamiento de la Administración Pública Nacional”, dijeron Massa y su equipo.
El documento incluye un cuadro en el que se mencionan “Partidas prioritarias cubiertas al cierre del año en curso”. Así, Massa asegura que le deja a la administración que llega para sus primeros días de gestión, y con una previsión a fin del mes de diciembre: $250.000 millones para sueldo de la administración nacional; $235.000 millones para aguinaldos; $1,48 billones para prestaciones sociales, pago asociados a jubilaciones, pensiones, Potenciar Trabajo, Tarjeta Alimentaria, etc.; $328.000 millones para “comprar divisas y atender la deuda pública”; y $200.000 millones para “otros pagos”, entre ellos subsidios energéticos y de transporte.
Mientras tanto, en la Memoria final 2023 -también publicada en las últimas horas-, el Ministerio realizó un balance de la gestión económica de los últimos cuatro años. Y sostuvo: “Desde el inicio de la gestión, el Estado Nacional cumplió un rol central para sostener el tejido productivo y marcar un sendero hacia un desarrollo con cambio estructural e inclusión social”.
“Al asumir el gobierno, la economía arrastraba una fuerte crisis macroeconómica y de endeudamiento iniciada en 2018. Luego, la irrupción de la pandemia por COVID-19 en marzo 2020 y su rebrote en 2021, más el conflicto bélico en Ucrania que impactó fuertemente en los precios de la energía y los alimentos en 2022, terminaron de poner en evidencia el rol fundamental que debe desempeñar el Estado en la generación de condiciones para la recuperación, el crecimiento y el desarrollo económico”, señalaron.
“Gracias a políticas públicas que, con un gran esfuerzo fiscal, fueron desplegadas, se intentaron contrarrestar estos efectos negativos sobre la actividad y el empleo. Además, se hizo foco en construir condiciones de largo plazo para la sustitución de importaciones energéticas y ampliar nuestra capacidad exportadora en sectores estratégicos, a la vez que, se trabajó en mejorar la competitividad de nuestras MiPyMEs y economías regionales y promover la inserción laboral de los y las jóvenes”.
En el mismo informe, desde Economía aseguran que “las medidas puestas en práctica se vieron reflejadas en el crecimiento económico registrado en 2021 (10,7%) y 2022 (5,0%), siendo la primera vez desde 2010-2011 que Argentina crece dos años consecutivos”.
En tanto, señalan que “el 2023 estuvo atravesado por las dificultades que ocasionó la sequía, que, por duración e intensidad, se configuró como la mayor de la historia de nuestro país”. Y “este daño en la producción agrícola redujo la exportación de cereales en más de U$S20.000 millones este año (3,2% del PIB; alrededor del 25% de las exportaciones de bienes) con repercusiones negativas en la actividad económica, la inflación y las finanzas públicas, a través de una fuerte caída de la recaudación”.
No obstante la sequía, “el mercado de trabajo continuó mejorando sus indicadores. En el segundo trimestre de 2023 la tasa de empleo se ubicó en niveles récord de 44,6%, mientras que la tasa de desocupación presentó niveles mínimos en términos históricos (6,2%)”.