El Comité de Emergencia convocado por el Gobierno decidió que se apliquen cortes de gas en las industrias y en todas las estaciones de servicio de Gas Natural Comprimido (GNC) del país, muchas de las cuales ya empezaron a cerrar ya que no tienen fecha de cuándo se solucionará el problema.
El comité tomó la definición tras una reunión convocada por la Secretaría de Energía, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y las empresas. La preocupación oficial es garantizar el gas para los hogares y comercios, así como un mínimo de combustible para que funcionen las usinas térmicas y puedan generar energía eléctrica.
Frente a este panorama, todas las estaciones de servicio de GNC cerrarán sus puertas debido a la restricción, según confirmó Oscar Olivero, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC. Y explicó que esta medida se toma para priorizar el abastecimiento de gas a hogares, hospitales y escuelas en un contexto de consumo residencial desbordante y problemas en la infraestructura de transporte de gas.
“Hasta hoy, las estaciones de servicio que tenían contratado gas firme en el promedio de su venta diaria para los días de frío no tenían problema”, comentó a Radio con Vos. Sin embargo, cerca de la 1 de la madrugada, las estaciones recibieron una comunicación que restringía el suministro de GNC incluso para aquellas que contaban con contratos firmes.
La situación se agravó debido a las bajas temperaturas de mayo. “Tuvimos bastante suerte porque los inviernos últimos fueron bastante magnánimos, pero por estos fríos la situación se complicó”, dijo Olivero. Para cubrir la demanda en un invierno normal, se adquieren barcos con GNL (gas natural licuado) para junio o julio. Sin embargo, la repentina ola de frío desbordó todas las previsiones e hizo que el Gobierno de Javier Milei apurara la compra de uno a Brasil.
Pero fue allí cuando surgió un nuevo problema, imprevisto. El barco de Petrobras que debió haber descargado el martes el Gas Natural Licuado (GNL) que importó Energía Argentina (Enarsa) de manera directa -sin licitación- no aceptó la modalidad de pago que propuso el país, con una carta de crédito, ya que la Argentina no tenían los “dólares en la mano”.
Esto ocurre en un contexto donde el Gobierno solicitó la semana pasada a las industrias que consuman el mínimo de gas para evitar que los hogares sufrieran cortes mientras se demoran las obras y las temperaturas bajas no ceden. Además, como informó DIB, empezó a aplicar cortes a la industria para intentar evitar un apagón en los hogares.