La empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) completará en julio el ajuste de su tarifa que ya subió en mayo y que desde el mes que viene será un 50% más caro para unas 90 localidades de la provincia de Buenos Aires.
Así lo había autorizado el Gobierno a través de la Resolución N° 458, donde se aprobó los valores tarifarios de ABSA que comenzaron a regir en mayo con un ajuste del 200% y que desde julio sumará un 50%. De esta manera, la boleta tanto para el servicio no medido (la gran mayoría) como para el servicio medido, completará un aumento del 350%.
La medida que entra en vigencia el próximo mes hará que el valor del módulo o metro cúbico suba un 50%, lo que lo llevará a $72,54, mientras que la factura promedio será de $3.656,62 mensuales. Sin embargo, una propiedad valuada entre $150.000 y $200.000 abonará $6.819 por ambos servicios.
La justificación de la empresa estatal para la suba se basó en el proceso inflacionario, la devaluación implementada por el Gobierno nacional en diciembre y que las tarifas no fueron actualizadas durante el último año y medio.
De acuerdo indicaron desde ABSA, en esta segunda etapa de ajuste tarifario, el 47,4% de los usuarios tendrán un aumento de menos de $1.000 mensuales, el 41,5% de entre $1.001 y $2.000, el 8,7% de entre $2.001 y $3.000, y el 2,4% de más de $3.000”.
Desde la compañía, que llega con su servicio a 62 municipios, más de 90 ciudades y alrededor de un millón de usuarios, aseguran que este ajuste está por debajo de la inflación acumulada desde fines de 2022, cuando se registró el último incremento.