En una final que tuvo de todo, la Selección Argentina se impuso ante Colombia y volvió a gritar campeón, esta vez en el Hard Rock Stadium de Miami, tras un partido que comenzó con una demora de más de una hora y veinte minutos, lo que no pudo opacar una nueva noche soñada para el seleccionado que conduce Lionel Scaloni.
Fue una noche especial, además, por la despedida del héroe hoy redimido Ángel Di María, quien pese a tantas finales que le fueron esquivas pudo ser uno de los pilares fundamentales del ciclo más exitoso de la historia de la Selección. “Fideo” se retiró por la puerta grande: bicampeón de América y campeón del mundo.
Colombia, dirigida por Néstor Lorenzo, fue un rival digno de una final y por algunos momentos dominó el partido manejando la pelota y presionando alto la salida de la Selección Argentina.
Más allá de la crónica deportiva, los serios problemas organizativos no pudieron ensombreser lo que sería un partido espectacular, lleno de emociones y de festejos.
No obstante, la lesión de Messi paralizó por un momento el corazón de los argentinos: corrían 33 minutos del primer tiempo cuando el capitán y máximo ídolo mundial, penetró por banda izquierda al área rival y tras intentar lanzar el centro (aunque la pelota ya estaba afuera), recibió una patada en su tobillo derecho por parte del lateral Santiago Arias; el mismo que se había doblado al momento de la ejecución. Y quedó visiblemente sentido.
Pese a que completó el primer tiempo e ingresó al campo de juego en el segundo, el astro no pudo completar el partido definitorio ante Colombia y se retiró lesionado promediando la segunda etapa. Así, en su lugar ingresó Nicolás González, quien tuvo una participación determinante. Mientras salía del campo de juego, el mejor jugador del mundo rompió en llanto y nos dejó una de las imágenes más emotivas de la noche.
En el alargue, el partido se volvió electrizante y se hizo de ida y vuelta, con oportunidades de gol para ambos seleccionados. Fue a menos de 10 minutos para el final que llevaría a los equipos a la disputa por penales que la Argentina pudo romper el marcador.
Lautaro Martínez, quien también logró completar su redención, quedó en un mano a mano con Vargas tras la habilitación de Lo Celso y definió por encima para coronar Campeón una vez más a La Scaloneta, que sigue cosechando títulos, ahora es Bicampeón de América y la Selección más ganadora de nuestra historia.