Hace dos años, el Colegio Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba) lanzaba Cabaprop, una plataforma digital desarrollada “para nuclear la oferta de propiedades para la compra, venta, y alquiler de la ciudad”. Con promesas de “inversiones millonarias” que les permitieran competir con buscadores líderes como Zonaprop, Mercado Libre Inmuebles, Argenprop y Mudafy, la presidenta del Cucicba, Marta Liotto, afirmaba por entonces que buscaban “vaciar a Zonaprop de las publicaciones de las inmobiliarias porteñas”, sin mencionar que desde hace más de una década las inmobiliarias publican sus avisos en ese sitio.
Como el Cucicba, también los Colegios de Corredores y Martilleros de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, por ejemplo, presentaron en estos años buscadores propios. “Tenemos la oferta unificada de más de 1700 corredores inmobiliarios, con la garantía de recibir el mejor asesoramiento y la tranquilidad que te brinda tratar exclusivamente con profesionales matriculados. Hoy el portal cuenta con 66.000 inmuebles entre venta y alquiler, el más grande de la ciudad de Rosario y el sur de la provincia de Santa Fe”, contó hace poco César Fernández Cívico, coordinador de Propia, la nueva plataforma del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir).
Lo cierto es que, como sucede con Cabaprop y otros buscadores creados por los Colegios, las acciones resultan parciales y escuetas. En un contexto de constante digitalización y de avance de las herramientas de big data, ningún Colegio consigue invertir el dinero necesario para que alguno de esos buscadores propios resulte eficiente, transparente y atractivo para que el público los elija en lugar de las plataformas líderes del mercado.
En contraposición, Mercado Libre Inmuebles, por ejemplo, cuenta con más de 600.000 avisos activos, más de 22 millones de visitas en el último semestre y colabora con más de 5.500 inmobiliarias y desarrolladores. En tanto, Zonaprop tiene más de 7 millones de visitas mensuales en promedio.
Debido a la poca inversión tecnológica, los buscadores online de los Colegios perpetúan un enfoque que los profesionales se han cansado de criticar a los dirigentes: la atomización del mercado. En lugar de transparentar precios y democratizar el acceso a toda la información disponible, esas plataformas resultan sesgadas.
“La gestión de los recursos aportados por los matriculados es un pilar fundamental en la legitimidad de cualquier colegio profesional. Las inversiones en proyectos tecnológicos de gran envergadura, como un portal inmobiliario, son objeto de un intenso escrutinio por parte de sus miembros, quienes esperan, con justa razón, un retorno tangible que justifique el desembolso de fondos colectivos”, afirmó un corredor porteño.
Asimismo, un colega advirtió: “La opacidad en la inversión conduce inevitablemente a la siguiente pregunta: ¿qué se sabe sobre el rendimiento real de la herramienta? La eficacia operativa y la transparencia en las métricas son pilares para el éxito y la credibilidad de cualquier portal inmobiliario. Sin datos de rendimiento públicos y verificables (tráfico de usuarios, generación de contactos o tasas de conversión) es imposible para los matriculados evaluar el valor real de cada plataforma”.
Del mismo modo, matriculados de diferentes distritos cuestionan la utilidad de esos buscadores y muchos advierten que “solo sirven para que los dirigentes hagan campaña o justifiquen el valor de las matrículas”.