El Gobierno oficializó la implementación de un nuevo régimen de subsidios energéticos que comenzará a aplicarse desde enero en todo el país. La medida impactará en las tarifas de electricidad, gas natural, gas propano por redes y garrafas (GLP), y prevé un aumento gradual en las facturas durante 2026 debido a la reducción de bonificaciones y a cambios en los criterios de acceso.
A diferencia del sistema actual, ya no habrá segmentación de usuarios por niveles de ingresos. De ahora en adelante existirán solo dos categorías: hogares que recibirán subsidios y hogares que abonarán el costo pleno del servicio. Además, las bonificaciones dejarán de ser permanentes y se aplicarán únicamente en los meses de mayor demanda energética.
Para definir quiénes accederán al beneficio, se tomará como referencia a los hogares cuyos ingresos totales sean inferiores a tres canastas básicas totales (CBT) del Indec, equivalentes hoy a unos $3,64 millones mensuales. Continuarán vigentes los criterios de exclusión vinculados a la tenencia de inmuebles, vehículos recientes, bienes de alta gama o compras de moneda extranjera.
Los inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) serán incorporados automáticamente al nuevo sistema, con posibilidad de actualizar datos. En tanto, quienes utilicen garrafas o gas propano y aún no se hayan registrado deberán hacerlo a través del sitio oficial.
En electricidad, el Estado subsidiará el 50% del precio de un bloque de 300 kWh mensuales en invierno y verano, y de 150 kWh en los meses templados. Para el gas natural, la bonificación será del 50% entre abril y septiembre, sin subsidio durante el resto del año. En el caso de garrafas y gas propano, el beneficio se trasladará de manera directa a través de billeteras virtuales.
Según estimaciones oficiales, en los períodos de mayor demanda eléctrica un 35% de los usuarios pagará menos de $22.000 por mes, mientras que en el caso del gas la mayoría de los hogares afrontará facturas que irán de menos de $14.000 a $73.000 según el consumo. Con el nuevo esquema, los usuarios residenciales pasarán a cubrir entre el 76% y el 79% del costo real de la energía, lo que derivará en incrementos que se harán visibles durante todo 2026.