En su discurso de apertura de sesiones legislativas al inicio de marzo, el presidente Alberto Fernández destacó: "La economía asistió a un fin de año de 2021 exhibiendo una profunda recuperación del 10,3% del Producto Bruto Interno, muy superior a la esperada. Esa recuperación nos permitió revertir la caída generada por la pandemia en 2020". En cuanto a la situación laboral, apuntó: "El empleo formal se viene recuperando mes a mes desde fines de 2020 (…) La tasa de desocupación fue del 8,2% en el tercer trimestre de 2021, la menor en más de tres años. En 2021, alrededor de unas 175 mil personas lograron incorporarse al empleo asalariado registrado en empresas privadas”. Sin embargo, esos datos, ratificado por las estadísticas oficiales de actividad en diversos sectores, se traducen de manera muy diferencial en las percepciones que relevan las últimas encuestas. Según el estudio nacional más reciente de consultora Analogías, apenas 12,2% cree que la economía y los ingresos se están recuperando “mucho o bastante”, mientras que casi 82% cree que se recuperan “poco o nada”; 6,2% no sabe (gráfico arriba).
Cuando se miden las expectativas socioeconómicas para este año, queda claro cómo “la grieta” las atraviesa: según un estudio nacional reciente de las consultoras GOP y Trespuntozero, entre los electores que votaron al Frente de Todos (FDT) en octubre de 2019 las opiniones están divididas entre 44,5% que cree que la economía crecerá “mucho o bastante” en 2022 vs 46,1% que opina que crecerá “poco o nada”; en cambio, entre quienes se inclinaron por Mauricio Macri el pesimismo se impone con casi 93% (gráfico arriba). Profundizando en el análisis de variables, cuando se indagan las expectativas en materia de empleo casi 1 de cada 4 electores (24%) cree que este año se va a recuperar “mucho o bastante”, mientras que 71,1% cree que lo hará “poco o nada”; la clase media se muestra aún más escéptica al respecto (gráfico abajo).
Para más datos, el último estudio cualitativo conjunto de las mismas consultoras (realizado a través de grupos focales) arroja que la inflación permea el malestar socioeconómico de manera transversal a la grieta y que el acuerdo que se está negociando con el Fondo Monetario Internacional profundiza el pesimismo, aun entre quienes lo apoyan (gráfico abajo).
Consistente con esos datos, la encuesta más reciente de consultora Circuitos en provincia de Buenos Aires (el distrito de mayor peso en el electorado nacional, con 37% del padrón) muestra que casi 19% espera una mejora de su situación económica en los próximos meses, la misma proporción cree que se mantendrá igual, casi 54% espera un empeoramiento y 8,6% dice que aún no lo sabe (gráfico abajo).
En la misma línea, un reciente estudio nacional de consultora Taquión arroja que apenas 22,2% de los electores siente seguridad, confianza o esperanza sobre el futuro, mientras que casi 54% siente preocupación, desconfianza o miedo; casi 24% responde “incertidumbre” (gráfico abajo). Así, del análisis comparado de todos estos estudios surge que la mejoría de la actividad económica durante 2021 no llegó a traducirse al metro cuadrado de los electores, lo cual generó expectativas socioeconómicas pesimistas para este año. Así, el desafío del gobierno nacional en 2022 no pasa sólo por sostener la recuperación sino por lograr que esta sea percibida por las mayorías e impregne el estado de ánimo, a efectos de revertir el escepticismo.